Visitando Dublín
A pesar de no contar con un clima muy favorable, Dublín es una ciudad digna de ser visitada. Una vez que has llegado al aeropuerto, la mejor manera de trasladarse al centro es comprando la tarjeta de viaje DoDublin, que te dará transporte por 72 horas, incluido el viaje desde y hasta el aeropuerto. Con esa tarjeta se abordan unos buses verdes, que además hacen una ruta turística por la ciudad con paradas en los sitios de interés. El precio es de 35 euros para adultos y 10 euros para los niños menores de 14 años y se puede comprar en línea o directamente en el aeropuerto.
En el centro de la ciudad, se encuentra O'Connell Street. Una calle llena de monumentos, tiendas y restaurantes. Tiene una calle central dividida por una arboleda y dos calles paralelas, lo que facilita el transporte de los autobuses. Es una bonita zona para caminar y un buen punto de partida para visitar la ciudad. En el centro se encuentra "the Spire" o monumento de la luz, que es como una aguja gigante de acero inoxidable de 120 metros de altura que se puede ver desde casi toda la ciudad.
Una de las zonas que más llama la atención en el centro de Dublín es la del Temple Bar, que está llena de bares, pubs, restaurantes, músicos... una zona muy bohemia donde se puede tomar una cerveza y comer, dando un paseo por Grafton Street.
Y hablando de cerveza, Dublín es la casa de la famosa cerveza Guinnes y una visita a la fábrica es obligatoria. Es una fábrica museo, donde se puede ver todo el proceso desde la selección de los cereales, el agua que se utiliza, etc. luego, si estás en edad para beber, te dejarán pasar a un salón donde te enseñarán a degustar la negra bebida a la temperatura adecuada, así como a distinguir los diferentes aromas que se encuentran en ella. Es una experiencia bastante interesante.
La entrada a la fábrica incluye una bebida, que generalmente es una pinta de cerveza y se puede consumir en el Gravity Bar, en el séptimo piso, que tiene una vista panorámica de la ciudad.
En Wood Quay se encuentra la Catedral de San Patricio, Patrono de Irlanda. De arquitectura gótica, se construyó junto a un pozo en el que según la leyenda, San Patricio bautizaba a quienes se convertían al cristianismo. Inicialmente, en el Siglo V era una iglesia de madera y en 1191 se decidió construirla en piedra. En el año 1200 se inicia la construcción de la Catedral actual y se finaliza en 1270. Durante los siglos ha tenido diferentes renovaciones, pero se ha logrado preservar la esencia histórica del edificio.
La Catedral de San Patricio también es famosa por su coro, que data de antes de 1742, cuando ese coro, junto con el de la Catedral de Christ Church, interpretaron por primera vez el Mesías de Handel. La de San Patricio es actualmente la única Catedral de toda Irlanda y Gran Bretaña cuyo coro canta dos misas al día. Le recomiendo hacer la visita cerca de la hora de la misa, para que lo puedan disfrutar.
Otro dato interesante, es que en esta Catedral se encuentra la tumba de Jonathan Swift, quien fue decano de la Catedral y también fue famoso por su libro "Los viajes de Gulliver".
Y ya que mencioné la Catedral de Christ Church, también conocida como la Catedral de la Santísima Trinidad, también les recomiendo su visita. Al igual que la Catedral de San Patricio, inició como un pequeño templo de madera creado por el rey vikingo Sitric, en 1038. en 1172 comenzó la construcción de la actual iglesia, un proceso que se extendió hasta el siglo XIII. En 1562 la bóveda de la Catedral se cayó y destruyó gran parte de la nave sur, la cual fue reconstruida durante el siglo XVII. En 1871 y 1878 se restauró totalmente y aunque intentaron conservar al máximo su aspecto medieval, sufrió tantos cambios que se finalizó con un estilo neogótico. Cuenta con 19 campanas, una de las cuales data del año 1038
Debajo de la iglesia hay una enorme cripta del siglo XII (que es la estructura más antigua de Dublín que aún se mantiene en pie) y ahí se pueden mirar algunas exposiciones, comprar recuerdos en su librería o incluso tomar un café.
el puente que se mira desde el exterior, une a la Catedral con el Synod Hall, donde hay exposiciones vikingas de "dublinia".
Cerca de esta catedral se encontraba el Music Hall, sitio donde en 1742 se cantó por primera vez el Mesías de Handel. Desgraciadamente en la actualidad lo único que queda de ese importante evento, es una placa difícil de encontrar, en la pared de un hotel.
Casa de Oscar Wilde |
El Barrio de Merrion Square se caracteriza por la limpieza, el orden y por el color de las puertas de sus casas. Hay muchas puertas muy coloridas que se pueden apreciar al rededor de la plaza e incluso una puerta que, a pesar de ser famosa, no es nada colorida. Es famosa porque en ese sitio vivió Oscar Wilde de 1855 a 1878.
En el parque cercano, hay también una estatua en memoria del famoso poeta. Es una visita obligatoria cuando estás en Dublín.
"Be yourself; everyone else is already taken" o "I can resist everything except temptation" son algunas de sus frases más famosas.
No menos famoso es el Trinity College de la Universidad de Dublin. Reconocida a nivel mundial por su excelencia académica y su campus se encuentra localizado en el centro de Dublín. Es una de las universidades más antiguas del mundo. Vale la pena visitar la Antigua Biblioteca y el libro de Kells; un manuscrito ilustrado con motivos ornamentales, realizado por monjes celtas cerca del año 800 en Kells, un pueblo de Irlanda. Está escrito en Latín y contiene los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento.
En fin, que Dublín es una ciudad en la que se encuentra de todo, antigua y moderna a la vez, con gente muy amable. Los hoteles son algo caros (si se hace la relación calidad/precio) pero vale la pena el sacrificio. A no ser que tengas mucho dinero y entonces te hospedes en el hotel de Bono el de U2 (quien a menudo se aparece por ahí y toca para los huéspedes).
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