PISA
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Hummm ¡esta vaina está torcida! |
Generalmente, cuando alguien te habla de Pisa te dice "Pisa no es más que la torre inclinada". Así que como yo quería ver la torre inclinada de Pisa me fui sin mayores expectativas a conocer la ciudad.
Inicie mi viaje en Milán donde tomé un tren hacia Levanto, porque el fin primordial de mi viaje era visitar la región Le Cinque Terre, por lo que esa sería mi ciudad base y de ahí me movería por la zona.
Después de hacer el check in en el hotel, me devolví a la estación y tomé un tren hacia Pisa para pasar la tarde ahí. El viaje tarda poco más de hora y media y es muy entretenido pues pasa por los pueblitos de Cinque Terre y en gran parte del camino va al lado del mar. También pasamos por Carrara y desde el tren era posible ver las canteras de mármol que han usado grandes escultores a través del tiempo.
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Edificio de la oficina de correos |
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Iglesia de San Antonio Abad |
Al salir de la estación central de Pisa nos encontramos con la Piazza Vittorio Emmanuele, una plaza muy alegre rodeada por bellos edificios, como el de la oficina de correos, o la Iglesia de San Antonio Abad. Siempre he creído que la mejor manera de conocer una ciudad es caminando, así que decidí caminar desde ahí hasta la famosa torre, que estaba a poco menos de dos kilómetros ¡Qué bonita sorpresa! El camino estaba lleno de bellos edificios y me pareció una ciudad bastante limpia a pesar de no haber tantos basureros como uno esperaría.
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Puente Solgerino e Iglesia Santa Maria della Spina |
A mitad del camino llegamos al río Arno, y al lado de uno de sus puentes (Ponte Solferino) encontramos una iglesia pequeñita pero muy bonita: la Chiesa Santa Maria della Spina, eregida en 1230 y luego ampliada en 1325 (no me imagino lo pequeña que podía ser antes de la ampliación). Es de estilo gótico pisano.
Luego de caminar un poquito más y de pasar al lado del Jardín Botánico, empezamos a ver la parte alta de la torre entre los árboles, hasta que llegamos a la Piazza del Duomo, donde por fin vimos la torre inclinada. Mi primera impresión fue que era más pequeña de lo que me había imaginado, pero bueno, es una cuestión de percepción, porque luego de caminar por la plaza y verla desde distintos ángulos se nota su altura similar a la de un edificio de ocho pisos (mide 56 metros de alto y ya estaba inclinada cuando finalizaron su construcción en 1372). Por supuesto, la plaza del duomo estaba llena de gente posando como si estuvieran empujando o sosteniendo la torre, algo que me pareció divertido pero cansado.
La mayoría de los visitantes se enfocan en la torre y dejan de lado las maravillosas estructuras que están al lado, como la impresionante Catedral de Pisa, de orígenes medievales y dedicada a Santa María de la Asunción. su construcción inició entre los años 1063 y 1064 y ha sufrido varias modificaciones, incluso en su fachada, con su intervención más radical después del incendio de 1595.
La tercera estructura de este conjunto maravilloso que se encuentra en esta plaza es el Bautisterio de San Juan, cuya construcción inició en 1152 y se completó en 1363. llama la atención su forma circular y su techo abovedado.
Después de dar muchas vueltas al rededor de la Piazza del Duomo, decidimos regresar a la estación, no sin antes admirar el bello Angelo Caduto de Igor Mitoraj que se encuentra en una de las zonas verdes al lado de la torre.
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Palazzo Agostini (en ladrillos) |
En resumen, que Pisa es más que una torre inclinada. Es una bella ciudad de la Toscana Italiana atravesada por el río Arno, que cuenta con más de 20 iglesias y muchos edificios de importancia histórica, como el Palazzo Agostini (entre otros), que realmente vale la pena visitar durante más que una tarde.
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Atardecer en la Piazza del Duomo |
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Arrivederci, Pisa |
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