POLONIA
Ubicada en el mar Báltico, Polonia es un país conocido por su arquitectura medieval y su herencia judía. Es recordada por haber sido ocupada durante dos siglos por los unos y los otros, lo que ha ocasionado que los actuales habitantes valoren mucho su independencia sin olvidar los horrores del pasado. En mi primera (que espero no sea la última) visita a Polonia, visité tres ciudades: Varsovia, Cracovia y Wroclaw.
La moneda local es el złoty. Por cada euro se reciben 4,32 złotys. Es un país sumamente barato así que por poco dinero se puede disfrutar de un buen hotel o de una excelente comida. Cuenta con un servicio de trenes excelente y es un país muy seguro para visitar.
Aunque muchas personas no dejan pasar la oportunidad de visitar los campos de concentración nazis cuando visitan Polonia, yo opté por no hacerlo. Ya bastante dolor hay en el mundo como para estarlo visitando sin necesidad, así que aquí vamos:
Varsovia
Palacio de Cultura y Ciencias |
Parte moderna de la ciudad |
Es la Capital de
Polonia y también su ciudad más grande, con una población de casi dos millones
de residentes (de un total de tres millones de habitantes). Una vez descrita como
el París del Este, Varsovia fue considerada una de las ciudades más bellas en el
mundo, hasta que estalló la segunda guerra mundial. La invasión alemana de
1939, la masacre de los judíos y las
deportaciones a campos de concentración y su casi total destrucción (85% de la
ciudad quedó en ruinas) que llevaron al levantamiento de Varsovia entre agosto
y octubre de 1944, hicieron que Varsovia se ganara el título de ciudad Fénix
luego de la completa reconstrucción después del severo daño que sufrió durante
la Segunda Guerra Mundial.
Debido a tanta destrucción,
es poco lo que queda en pie de la Varsovia pre guerra. Su casco antiguo es muy
pequeño, aunque muy bonito. Posiblemente sea visitar otras ciudades que hayan sufrido menos
durante la guerra cuando se piense en visitar Polonia, aunque como cualquier otro lugar, vale la pena conocer esta ciudad.
Palacio Real de Varsovia |
Iglesia de Santa Ana |
Varsovia es, por lo tanto, una ciudad que mezcla arquitectura antigua, post guerra (de un estilo marcadamente soviético) y moderna. En el casco antiguo, o Stare Miasto, se pueden visitar el Palacio Real, la Iglesia de Santa Ana, La antigua plaza del mercado y su estatua de la sirenita de Varsovia (símbolo de Varsovia y desde principios del siglo XX figura en el escudo de la ciudad).
Según cuenta la
leyenda, la sirena vino nadando desde la mar y salió de las aguas para
descansar en las arenas del río, en el sitio donde se encuentra hoy la Ciudad
Vieja. Le gustó tanto el lugar que decidió quedarse allí. Los pescadores de la
aldea cercana notaron que mientras pescaban alguien agitaba las olas del río,
enredaba las redes y liberaba a los peces de las nasas. Decidieron saldar cuentas
al intruso, pero cuando escucharon el canto de la sirena desistieron de sus
intenciones y se enamoraron sinceramente de aquel ser mitad mujer mitad pez.
Cierto día un rico comerciante que paseaba por las orillas del Vístula vio
también a la sirena. Logró capturarla con artimañas y la encerró en un
cobertizo de madera. Las quejas de la sirena fueron escuchadas por el hijo de
un pescador, que con la ayuda de algunos amigos, al amparo de la noche, la puso
en libertad. En señal de gratitud la sirena prometió a los pescadores que
siempre y cuando necesitaran ayuda, ella también saldría en su defensa. Y desde
entonces la sirena varsoviana, armada con espada y escudo, defiende a la ciudad
y a sus habitantes.
Barbacana |
Todavía se pueden
observar partes de la muralla que rodeaba la ciudad. Su construcción data del
año 1548. En La Barbacana (en el paso de
la Ciudad Vieja a la Ciudad Nueva) se puede contemplar una exposición que
ilustra la historia de las fortificaciones de la ciudad, con modelos de las
torres y los muros, y que además explica por qué el casco histórico de Varsovia
es un monumento que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la
UNESCO.
Vista del casco antiguo, desde el río Vístula |
Casa de Madame Curie |
Polonia fue cuna de
una de las mujeres más famosas de la ciencia: Marie Skłodowska Curie, o Madame
Curie. Se puede pasar por la casa donde creció esta ganadora de dos premios
Nobel (fue la primera mujer en recibir ese reconocimiento), uno en física en 1903
y luego en química en 1911.
Cracovia
Opera House de Cracovia |
La que fuera antiguamente capital de Polonia, sigue siendo una de las ciudades más importantes del país. A pesar de los horrores de la guerra, sigue conservando muchísimas construcciones antiguas en excelente estado. Es considerada una de las ciudades más bellas de Europa. Su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Barbakan |
Cracovia es una ciudad amurallada y parte de esa muralla todavía se puede visitar. Justamente a la entrada de la ciudad, en el Barbakan, cerca de las diez de la mañana se reúne un grupo de guías de turismo, dispuestos a dar un tour gratis por la ciudad (una caminata de unas dos a tres horas). Es fácil identificarlos porque todos llevan una sombrilla amarilla, con una bandera que representa el idioma que hablan. Al final del tour, se les da una propina de acuerdo a lo que uno considere que se merecen. La verdad es que son muy buenos guías que conocen muchísimo de la historia de la ciudad, así que no hay que dejar pasar la oportunidad de dejarse guiar por ellos.
Vista de la muralla |
Se inicia la caminata por la calle Florianska, que es muy interesante porque las familias que la habitaron antiguamente, identificaban las fachadas con algo que hiciera alusión a su nombre, profesión, o fe, lo que hace que las fachadas sean muy interesantes y pintorescas. Actualmente es una calle llena de tiendas, restaurantes y hoteles.
Después de caminar unas tres cuadras, se llega a la Plaza del Mercado (Rynek Główny), que es la plaza medieval más amplia de Europa con sus 40.000 metros cuadrados. Al rededor de la plaza se encuentra gran cantidad de terrazas, restaurantes y cafetines donde poder disfrutar de su belleza. Las construcciones que la rodean son muy coloridas y bonitas.
Plaza del mercado |
Basílica de Santa María |
En una de las esquinas de la plaza se encuentra la Basílica de Santa María, uno de los principales monumentos de la ciudad. Tiene dos torres de diferente altura, ya que la más alta era utilizada para que un vigía pudiera ver la ciudad en 360 grados y así advertir en caso de un ataque, un incendio o cualquier otro peligro que acechara la ciudad; cuando se presentaba alguna de esas situaciones, el vigía tocaría una melodía con su trompeta, de manera que todo el pueblo se pudiera enterar. La melodía del toque de trompeta, llamada en polaco "hejnał", se convirtió en un símbolo musical de Cracovia, ya que en el año 1241 llegaron los tártaros a Cracovia y según la leyenda, cuando el vigía vio a los invasores empezó a tocar la melodía con su trompeta para avisar del peligro, pero en medio de una nota, una flecha tártara le atravesó la garganta y el trompetista murió. Actualmente, en memoria de ese momento, los bomberos de la ciudad se encargan de que cada hora suene esa melodía, la cual es interrumpida en la misma nota en el mismo compás en que dejó de tocarlos el trompetista valiente.
Lonja de Paños |
En el centro de la plaza se encuentra la Lonja de Paños (Sukiennice), que fue inaugurada en el siglo XIII y es una especie de centro comercial, que durante los siglos se ha ido transformando hasta convertirse en el edificio actual.
Tiene un largo corredor central y a sus lados se encuentra todo tipo de comercio, especialmente de especias y artesanías.
En la plaza del mercado también se encuentra una pequeñita iglesia: la Iglesia de San Adalberto, construida en el siglo X y donde, según la leyenda, San Adalberto predicaba sus sermones.
En 1492, según los registros del Collegium Maius, se registró Nicolás Copérnico como estudiante, donde estudió matemáticas por algún tiempo. En el salón Copernicus se pueden observar un astrolabe y otros instrumentos que pertenecieron a copérnico. Así que el Collegium Maius, es otro sitio a no perderse.
Caminando por la ciudad, llegamos a la Iglesia de San Francisco de AsOtro célebre ciudadano de Cracovia fue Karol Józef Wojtyła, quien fue su obispo auxiliar desde 1958 luego su arzobispo desde 1962, hasta convertirse en el Papa Juan Pablo II en octubre de 1978. Juan Pablo II no perdía la oportunidad de visitar su amada Cracovia cada vez que podía y cuando lo hacía siempre se hospedaba en la misma habitación que usaba cuando vivía ahí. Dicen que cada vez que estaba en Cracovia, grupos de jóvenes iban a darle serenata en su ventana. Actualmente nadie más usa esa habitación y en su ventana han puesto una foto del Santo Padre para que se pueda identificar desde afuera. Se encuentra ubicada frente a la Iglesia de San Francisco de Asís.
Músico callejero a la entrada de la Colina de Wawel |
Catedral de Wawel |
Siguiendo con la caminata, a unos 400 metros, llegamos a la colina de Wawel, donde se encuentra el Castillo Real, construido en estilo gótico y modificado hasta su estilo renacentista actual y que fuera la primera residencia de los reyes de Polonia. Dentro del campo del castillo se encuetra la Catedral de Wawel, que es considerada el centro espiritual de Polonia y es un símbolo de la historia de la nación. Es una catedral pequeña pero impresionante y vale la pena visitarla.
Dragón de Wawel |
Dentro de la colina hay una cueva donde según la leyenda vivió el dragón de Wawel. Es una gruta con unos túneles de 270 metros de longitud y por ella se llega hasta las orillas del río Vístula, donde actualmente hay una escultura de un dragón, que de vez en cuando escupe fuego.
En Cracovia también se encuentra el barrio judío y la fábrica de Schindler, sí, el de la película, pero yo decidí no visitar esa zona porque las memorias del holocausto siempre me han afectado mucho.
Wrocław
Ubicada al oeste de Polonia, la ciudad de Wrocław es la capital de Silesia y tiene una historia de más de mil años. Ha sido parte de los reinos de Polonia, Bohemia, Hungría, de la Monarquía de los Habsburgo, del reino de Prusia, del Imperio Alemán, la república Weimar y de la Alemania Nazi, lo que hace que su historia sea muy variada. Oficialmente es parte de Polonia desde 1945 como resultado del cambio de fronteras que siguió a la segunda guerra mundial, lo que incluyó casi un cambio total de su población.
Wrocław fue construida durante la edad media a través de varias islas, por lo que el agua es un elemento presente en su paisaje y hay muchos puentes muy bonitos por toda la ciudad. De echo, la caminata desde la estación de trenes hasta el casco histórico, nos lleva por calles con paisajes muy bonitos con parques y construcciones muy bellas en la rivera del río Oder.
Actualmente, gracias a la Universidad de Wrocław que tiene una población de más de 130.000 estudiantes, Wrocław es una ciudad "juvenil" y muy llena de vida. Es us una de las más antiguas del Europa Central y está ubicada en el mismo campus que la antigua Universidad de Breslavia, de donde salieron nada menos que 9 premios Nobel.
El casco histórico de la ciudad es muy pintoresco y lleno de vida, pero Wrocław tiene algo más, que hace que su visita sea aún más interesante. Por toda la ciudad se encuentran 175 estatuas de duendecillos, lo que hace que además de disfrutar de sus calles y edificios, la gente ande en busca de esas pequeñas esculturas.
Wrocław tiene varias plazas en su centro y una de ellas es la Plaza Solny, o plaza de la sal. Es famosa por varios motivos, y uno de ellos es porque sus puestos de venta de flores se mantienen abiertos las 24 horas del día, lo que hace que la plaza siempre se vea muy bonita; también es famosa porque sus baños públicos ganaron en 2012 el premio a los mejores baños públicos de Polonia y bueno, en esa plaza también se pueden encontrar 11 gnomos o duendecillos :-)
Esta es una ciudad muy turística, aunque no se lo toma tan a pecho! pero como tal, hay muchos restaurantes de todo tipo y bastante actividad comercial en general. Para los amantes de la fotografía, aunque seamos amateurs, es un sitio en el que uno no puede parar de tomar fotos.
Wrocław y sus duendecillos
Hay más de 300 duendecillos por toda la ciudad. En 1981 empezó la alternativa naranja, que era un movimiento de protesta contra el comunismo y se representaba con un gnomo vestido con ropa naranja. Era una protesta silenciosa y la gente empezó a vestirse así ya que no podían decirles nada sobre su forma de vestir. En 2001 el ayuntamiento instaló el primero para recordar el Movimiento social de los 80 y poco a poco fueron poniendo más por toda la ciudad. Es por eso que hay duendecillos de todas las profesiones y cada uno tiene su historia. Uno de los más famosos es el "couch potato" y se encuentra en la Plaza de la Sal.
Wrocław es una de las ciudades que uno visita y queda con ganas de volver, como es mi caso, especialmente porque fui en un viaje de un día, pero realmente vale la pena pasar más tiempo aquí, la cuarta ciudad más importante de Polonia.
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