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martes, julio 25, 2023

Israel

 

Israel es sumamente interesante, aunque a veces nos puede parecer chocante. Tiene muchos contrastes, incluida su arquitectura.


JERUSALÉN




Bazar de Jerusalén
Jerusalén es una ciudad amurallada donde parece que el tiempo no ha pasado. También parece un gran mercado al aire libre, pues la mitad de la ciudad amurallada la constituye el bazar y las “calles” pasan por el medio del bazar. Es fácil perderse pero también salir del laberinto.

Iglesia del Santo Sepulcro
Como lo visité durante la pascua, había algunos accesos restringidos. Había soldados por todas partes y cerraban las calles a veces porque una zona determinada era solamente para musulmanes y otras porque la cantidad de cristianos era tan grande y todos queriendo llegar a la Iglesia del Santo Sepulcro, por ejemplo, entonces cerraban los accesos por varios minutos (muchos) hasta que les avisaban que se había despejado un poco la iglesia. Al pasar se podía ver cómo tenía a otros grupos retenidos en otras calles, esperando su turno. Lo del ejército, para un costarricense que no está acostumbrado, es algo chocante. Chocante también ver a familias judías cargando a sus niñitos para ir a la sinagoga y el padre con tremenda pistola sostenida con la faja del pantalón. Incluso vi a un chavalito que no tendría más de 17 años, cargando una ametralladora mientras iba al barrio judío.


Capilla del Santo Sepulcro dentro de la Iglesia

Un momento de oración en la Iglesia del Santo
Sepulcro

Como es de esperarse, Jerusalén está llena de historia y ahí se pueden visitar muchos sitios religiosos. Recordemos que es una ciudad “compartida” por cristianos, judíos y musulmanes y cada cual tiene sus lugares de oración.

Iglesia del Monte de los Olivos

Monte de los Olivos


 










Muro de los lamentos

Muro de los lamentos y el domo de la roca

Peticiones en el muro de los lamentos


Mientras uno camina por las calles de la ciudad amurallada, es usual encontrarse con una procesión, o con grupos de gente rezando el rosario por sus calles, especialmente porque la Vía Dolorosa se encuentra en medio del bazar. Algunas estaciones son más fáciles de encontrar que otras y como yo no andaba rezando el rosario, pues no las pude ver todas.












Otra de las cosas que me encantaron de Jerusalén, es que hay gatines por todas partes y bueno, generalmente son fotogénicos 😍




Dónde hospedarse?

Yo me hospedé en las afueras de la ciudad amurallada y creo que fue una buena decisión, pues tener que trasladarse por esas callecillas llenas de comerciantes que no te dejan en paz y llenas de gradas y desniveles, cargando maletas, no me parece  lo más adecuado.

Me llevé una impresión un poco desagradable cuando llegué a mi hotel, pues aquello era como cualquier local cerca de un mercado. Una vez adentro, la cosa cambió. Eran pequeños apartamentos muy bonitos y limpios con refrigerador y microondas. Todo el proceso de registro es automático y solamente vi a la gente de limpieza una vez porque llegaron a tocarme la puerta para darme unas toallas.

Por supuesto, la cantidad de hoteles es impresionante y hay de todos los precios y gustos. Yo siempre me inclino por lo funcional: que sea limpio y que me quede cerca de todo. Ese me quedaba cerca del punto de encuentro para los tours que tomé y a unos 300 metros de la ciudad amurallada.

Masada, oasis de Ei Gedi y el Mar Muerto

Aunque no soy fan de ellos, tomé dos tours de un día cada uno. El primero me hacía mucha ilusión, pues era para ver el amanecer desde Masada, algo que quería hacer desde hacía muchos años cuando leí Caballo de Troya (el tour sale a las 3 de la mañana), luego visitar el oasis de Ei Gedi y terminar en el mar muerto. 

Amanecer en Masada

Amanecer desde Masada, con el mar muerto (Y Jordania) al fondo





El camino hasta la cima es bastante largo y empinado  

Al llegar al pie de Masada, el guía nos dio prácticamente una hora para subir, ver el amanecer y bajar. Yo caminé 2.5 kms. cuesta arriba, con muchas gradas en la mayoría de los casos (algo que mis rodillas no agradecen) y logré llegar a la mitad. Tenía la opción de seguir subiendo, pero como el tiempo no era suficiente no quería llegar arriba para tener que devolverme inmediatamente. Me quedé a medio camino para poder disfrutar el amanecer y eso realmente valió la pena!












Oasis de Ei Gedi






Al llegar al oasis, de nuevo, el guía nos dio poco tiempo para estar ahí. La primera parte del recorrido te lleva a una pequeña cascada con un riachuelo y se pueden ver animales en el trayecto. Luego de esa cascada, todo es cuesta arriba y de nuevo, había que subir un montón de gradas en poco tiempo. Yo opté por quedarme disfrutando del agua y no subir (eso de andar con el tiempo en contra no me hace gracia).






El Mar Muerto

El agua es bastante densa

Por último, llegamos al mar muerto. Ahí nos dieron poco más de dos horas para estar. A mí me hubieran bastado 20 minutos o media hora, porque la verdad creo que está sobrevalorado. Aparte de ser el punto más bajo de la tierra, no le encontré mayor encanto. Tenés que pagar para entrar a una playa privada, que al final es un pequeño centro comercial. Eso sí, la entrada te da derecho a usar sillas y sombrillas a la orilla del mar y te da acceso a las duchas. Vi a mucha gente disfrutar embarrándose de barro, pero la verdad, no era lo mío.








Como datos interesantes, la cantidad de minerales y sales en el agua es tan alta que el agua es un poco más densa que en otros lagos. Otro dato es que el lago está compartido entre Jordania e Israel, así que desde un país se puede ver el otro





Río Jordán, Jericó y Belén



El siguiente tour que tomé fue mucho más interesante. Era al río Jordán, Jericó y Belén. El guía era muy bueno y la primera parada fue en el punto donde se está al mismo nivel del mar, pero de ahí se empieza a bajar. Paramos para hacer fotos en ese punto y nos dieron un itinerario de lo que veríamos en Belén.

Río Jordán

Seguimos nuestro camino hacia el río Jordán, que sirve de límite entre Israel y Jordania. Así que ves Jordania a unos 10 metros de donde estás. El río es un pequeño charco en realidad, porque han construido represas río arriba y no han respetado el porcentaje de agua que pueden retener. Hay una marca de a qué nivel estaba el río hace 10 años, y ahora está como 3 o 4 metros más abajo.

Uno de los varios templos dedicados a San Juan Bautista, este del lado jordano



De acuerdo a la tradición Cristiana, en este lugar Juan bautizó a Jesús (Marcos 1:7-11) por lo que se ha convertido en un sitio de peregrinación al que llega mucha gente a bautizarse. Muchos llegan en grupos religiosos de varias partes del mundo y hacen sus ritos en el río.


Desgraciadamente, debido a lo conflictivo de la zona, no solamente se pueden ver manifestaciones cristianas, sino otras nada cristianas, que desgraciadamente siguen presentes.





Jericó

Del río Jordán salimos hacia Jericó, que es la ciudad más baja del mundo con relación al nivel del mar y también la ciudad más vieja del mundo. Ahí hicimos una parada a ver un árbol que algunos dicen que tiene como 2 000 años y nuestro guía nos dijo que en realidad tiene como 500 años y que podría ser hijo o nieto del árbol original. La historia de ese árbol es que se cree que ahí se subió Zaqueo (que era muy chiquitillo) para poder ver a Jesús cuando entró en Jericó. Jesús lo vio y le dijo que pasaría la noche en su casa (Juan 19:1-5).




Monaterio del monte de las tentaciones
Del árbol de Zaqueo nos fuimos al pie del monte de las tentaciones, donde tomamos un teleférico para subir el monte y visitar el Monasterio de las tentaciones. De nuevo a subir gradas desde donde te deja el teleférico. Creo que son 154 (algo así dijo el guía). Lo interesante de este monasterio donde vive un único monje, es que se cree que durante sus 40 días de ayuno, Jesús fue tentado por el demonio en ese lugar. Todo el monasterio lo construyeron para resguardar una piedra donde se cree que Jesús estaba sentado mientras el diablo lo tentaba por segunda vez.


Se cree que en esta piedra estaba Jesús cuando fue tentado por segunda vez por el diablo


En casi toda parada turística, habían "tours" en camello

De Jericó salimos para Belén. Ambas ciudades están en Palestina y la diferencia entre Israel y Palestina es notoria. En Palestina las ciudades son más sucias, especialmente Belén.

Todo el camino hacia Belén es como un botadero a cielo abierto, con montones de basura y chatarra al lado del camino. Sin embargo, entre tanto "desorden" pudimos ver una de las obras de Banksy. Se dice que una persona compró esa pared en cien mil euros para asegurarse de que no borrarían la obra de Banksy.

Lo primero que visitamos fue una tienda de artesanías, que fue el mismo lugar donde comimos, pues con anticipación el guía había tomado las órdenes y al llegar nos tenían listos o un Sandwich de shawarma de pollo, o una pita con falafel. Nos recibieron con una botella de agua y los refrescos no los cobraron. Antes de irnos de la tienda, nos regalaron algunos souvenirs sin importar si habíamos comprado algo o no.

Ya llenos, nos fuimos al campo de los pastores, donde se cree que el Ángel se le apareció a los pastores para anunciarles el nacimiento del niño Jesús. Ahí visitamos una ermita muy bonita y un par de cuevas donde pasaban la noche los pastores.

Nuestro siguiente destino fue la iglesia del nacimiento de Jesús, o Basílica de la natividad, que fue construida en el sitio donde se encontraba el Portal de Belén. Dentro de la Basílica hay una capilla en el sitio exacto donde se cree que nació el niño Jesús. Yo decidí no bajar a la capilla porque había demasiada gente y me dio un poco de claustrofobia, pero fue interesante estar ahí. 


Esta iglesia compartida por la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica, y parece que a menudo se arman pleitos entre ellos, porque todos quieren ser el único dueño. Por ese motivo, la puerta de entrada es bastante baja y estrecha, porque ha habido ocasiones en que han entrado a caballo para apoderarse de la Iglesia. Durante mi visita, estaba a cargo de los ortodoxos y bueno, el trato hacia la gente dejaba mucho que desear, pero todo sea en el nombre del Señor! 

 Lo último que visitamos en Belén fue la gruta de la leche, donde se cree que Jesús, María y José se escondieron mientras los soldados de Herodes andaban matando a los niños recién nacidos. María estaba amamantando a Jesús y una gota de leche cayó en el suelo, lo que provocó que la roca se pusiera blanca. Se cree que las mujeres que no pueden embarazarse visitan la gruta, compran un poquito del polvo blanco de la roca, se hacen un tecito y unos meses después quedan embarazadas!




Tel Aviv


Una de las cosas que he aprendido y sigo aprendiendo cuando voy de viaje, es que nunca se debe dar por sentado que un lugar será o no interesante. La idea principal de mi viaje era visitar Jerusalén en Semana Santa (pésima idea por la cantidad de gente), y decidí pasar una noche en Tel Aviv, solamente porque mi vuelo salía de ahí. Grave error!


Tel Aviv resultó una ciudad muy interesante, donde se mezcla lo moderno con lo antiguo y definitivamente, no le dediqué el tiempo suficiente. Necesitaba al menos un día más para visitar esta ciudad y disfrutar de sus playas y diversos paisajes.

Aún así, en pocas horas pude visitar bastante de Tel Aviv, especialmente el puerto de Jaffa, considerado el puerto más antiguo del mundo, donde se mezclan musulmanes, cristianos y judíos. De acuerdo a documentos existentes, el puerto de Jaffa tiene más de 4 000 años de existencia y fue de aquí de donde partió Jonás (cuando fue tragado por la ballena).


La ciudad vieja de Jaffa es encantadora, con calles empedradas, arcos y paredes de piedra. Hay muchas gradas por subir y bajar, pero realmente vale la pena cada una de ellas. También me llamó mucho la atención las puertas, que en muchos casos eran muy llamativas.

Desde Jaffa se puede ver la moderna Tel Aviv a la distancia y sus aguas azul turquesa. La verdad, me gustó mucho esta visita.

Y hasta aquí llego por ahora. Gracias por leerme y si esto te sirve de inspiración, dejamelo saber :-)















jueves, julio 09, 2020

My big, fat, Greek holiday

Vista de la cantera de Thira

Esta vez el destino me llevó a visitar Santorini, una de las islas griegas en el mar Egeo, conocidas como cíclades, ubicada a unos 200 kilómetros al sudeste de la Grecia continental. Mide alrededor de 73 kilómetros cuadrados y cuenta con una población de cerca de 16 000 habitantes.

La capital se llama Thira (Θήρα) y es el lugar donde decidí hospedarme.




Cómo llegar?

Una puerta en Thira
La mejor forma de llegar a Santorini es por avión. Muchas líneas aéreas tienen vuelos directos a la isla por ser un destino popular. Desde el aeropuerto hay un bus que llega al centro de la ciudad (entre 5 y 10 minutos de viaje) y es la opción más barata (1.60 euros); también se puede ir en taxi, que cuesta 20 euros. 
Otra forma de llegar desde Atenas o alguna otra isla, es por Ferry, una opción que tarda varias horas.

Dónde hospedarse?

Como la isla es bastante pequeña, se puede pensar que cualquiera de los pueblos será una opción para hospedarse. Yo preferí hacerlo en Thira. Los
Atardecer desde Thira
precios pueden ser desde "normales" hasta excesivamente caros. Tomé una habitación en el hotel Nissos Thira, que está a 200 metros de la estación de buses y a menos de 400 metros de la cantera, donde se aprecian las vistas de la ciudad y el acantilado (y un maravilloso atardecer).


Oía




Si el presupuesto lo permite, también se puede buscar hospedaje en Imerovigli (Ημεροβίγλι) a unos dos kilómetros de Thira, o en Oía (Οία) que por ser el lugar favorito para ver los atardeceres, lo hace también un destino excesivamente caro, tanto para hospedarse como para comer. El bus desde Thira hasta Oía cuesta 2.20 euros, así que es barato ir a ver el atardecer en Oía y regresar luego a Thira.

Hay otros pueblitos muy bonitos que se pueden considerar, pero el intervalo de los buses es cada dos horas y las mejores vistas están generalmente cerca de Thira y Oía.

Qué comer?

Santorini es reconocido no sólo por sus maravillosas vistas y puestas de sol, sino también por su comida. 
Tomatokeftedes

Uno de los platillos autóctonos de la isla son Tomatokeftedes o "tomato balls"; una especie de tortas fritas a base de tomate, queso, menta, harina y especias, que la verdad, saben muy bien. El mejor lugar para comerlas es en el restaurante que está en el puerto antiguo de Thira (unas 600 gradas abajo de la ciudad) al que se puede llegar andando, en teleférico (12 euros ida y vuelta) o en burro, aunque pobrecitos los burros, es mejor no utilizarlos. 
Tzatziki con pan pita


Muy sabroso y refrescante es el Tzatziki (una especie dip de pepino, yogurt y ajo) que se come con pan pita. 



Moussaka y ensalada griega 

Como muchos sitios turísticos, Santorini está lleno de restaurantes, con precios de todos los tipos, algunos sumamente altos (30 euros por un plato de pasta) porque el restaurante tiene buena vista. También hay otros lugares donde la vista no tiene nada que desear y los precios son razonables y la comida es deliciosa, como hecha en casa. Yo les recomiendo el restaurante Naoussa, donde se podrán comer la mejor Moussaka que se puedan imaginar, con una excelente vista y un personal muy amable. Lo único es que preferían el pago en efectivo en vez de con tarjeta, me imagino que eso se debía a que por la pandemia del COVID, llevaban varios meses sin recibir clientes y no querían perder dinero en comisiones. 




Si el hambre no es mucha o el presupuesto es poco, pueden comerse el mejor Gyro en pan pita del mundo en el restaurante (aunque entra más en la categoría de "street food", o como diríamos en Costa Rica, en la categoría de una "muerta de hambre") de Lucky, un griego simpático que vivió en Perú y habla una mezcla de español con griego e italiano pero que se hace entender. Un Gyro y un refresco te cuestan 4.20 euros y la verdad, son deliciosos! 

Yo, la verdad, me contenté comiendo esos platillos y no busqué sustitutos, pues estaba feliz :-) pero por supuesto que hay más opciones ahí para ser descubiertas. Por ejemplo, en el restaurante del puerto antiguo tienen pescado fresco todos los días que lo preparan a las brazas.

Y el postre?


Kataifi
Baklava
Bueno, yo probé solamente dos postres que ya había comido antes aunque nunca en Grecia, así que no eran sabores nuevos para mí, pero estaban sumanente deliciosos. El primero fue el Baklava más caro del mundo que me comí en Oía (ya les había dicho que ahí era caro) donde por dos bakclavas, un café una limonada y una botella de agua, pagamos 40 euros (solamente la botella de agua costaba 7 euros), pero teníamos una vista muy bonita de unas cúpulas. El otro fue un Kataifi, a un precio más razoble, en una terraza con una bonita vista del mar y el acantilado de Oía.


Ya llegamos, ya comimos y ahora qué vemos?


Thira


Thira
Como mencionaba antes, Santorini es famoso por sus acantilados y atardeceres. También es famoso por las cúpulas azules de sus iglesias bizantinas, que se ven por todo lo largo y ancho de la isla, algunas más famosas que otras entre los "instagramers" que hacen de todo por tomar la mejor foto. 

En Thira hay que caminar entre los callejones y subir y bajar gradas como nunca en la vida (en promedio se pueden caminar unos 12 kilómetros y subir el equivalente a 30 o más pisos cada día) ya que la ciudad es una colina. Hay que ir por esos laberintos para encontrar unas vistas maravillosas. Generalmente la isla está saturada de turistas, pero como logré llegar en el primer vuelo después de la apertura de las fronteras aéreas en Europa (consecuencia de la pandemia del COVID) tenía casi toda la ciudad para mi solo, sin tener que "pelear" por un espacio para tomar una foto.

Atardecer en Thira


Cada tarde, al acercarse el atardecer, se puede ver a la gente  buscando el mejor sitio para admirarlo. Como que el tiempo se detiene mientras la gente disfruta ver la puesta del sol. Tanto en Thira como en Oía, los atardeceres son maravillosos.





Oía







A unos 10 minutos en bus desde Thira, se encuentra Oía (se pronuncia Ía) que es quizás la imagen más famosa de la isla, con sus molinos de viento y cúpulas azules por doquier. También cuenta con uno se los mejores lugares en el mundo para ver un atardecer.


Al igual que Thira, hay que subir y bajar muchas gradas por pasillos estrechos para llegar de un lugar a otro, aunque en muchos casos a lo que se llega es a un portón que dice "propiedad privada, prohibido el paso" y es que por la cantidad de turistas que llegan, han optado por hacer "comunidades" cerradas para poder tener un poco de paz. En algunas partes de la ciudad se pueden ver rótulos que dicen "son tus vacaciones, pero es nuestra casa" ya que hay quienes no respetan y se suben a los techos de las casas para buscar la mejor foto.


Muchas personas consideran que el mejor atardecer se ve desde el castillo de Oía, unas ruinas en la cima de una colina, desde donde se puede admirar este atardecer:

Atardecer en Oía, visto desde el castillo


Pyrgos Kallistis


Ubicada a 7 kilómetros de Thira, Pyrgos fue una vez la capital administrativa de la isla. Con arquitectura medieval, con calles como laberintos, fortificaciones y pasillos "secretos",  construida en una montaña que permite una vista de Thira casi desde cualquier punto de la ciudad. Es un sitio pequeño que se puede visitar fácilmente en una mañana. Se puede llegar en el bus que sale desde Thira a Perissa y pasa cada dos horas por el lugar.
Ya en Pyrgos, toca, de nuevo, subir gradas y meterse por los callejones para ver el sitio. Me gustó mucho y a pesar de ser un lugar pequeño, la cantidad de iglesias es impresionante. 

Perissa



Perissa es un pueblo costero con una playa bonita. Yo combiné mi viaje a Pyrgos con el viaje a Perissa, pues se toma el mismo autobús. Así que de Pyrgos me fui a Perissa a ver y tocar el mar Egeo.
Es un lugar pequeño, lleno de restaurantes y bares, la mayoría de los cuales ofrecen camas y sombrillas en la playa de forma gratuita (para sus clientes, claro). Destaca la iglesia Τιμιου Σταυρο con sus cúpulas azules y sus paredes blanquísimas. Como la mayoría de las iglesias en la isla, se mantienen cerradas.

Kamari

Una de las playas recomendadas por la recepcionista del hotel es Kamari. Otro pueblo pequeño con varios restaurantes frente a la playa que también ofrecen sombrillas y camas gratis para sus clientes. Es conocida como la playa negra, por el color de su arena, de origen volcánico. Se puede llegar en bus desde Thira.

Megalochori

Megalochori es el centro geográfico de la isla. Es una zona de viñedos y normalmente en los restaurantes te servirán vino hecho en casa. Me pareció un pueblito que vale la pena visitar y pasar un buen rato ahí para caminar por sus calles, que estaban muy tranquilas (ojalá sea igual en épocas normales). Si yo tuviera que elegir un lugar para vivir en Santorini, sin duda lo haría en Megalochori! así de mucho me gustó.


Torre de las seis campanas
En las afueras del pueblo, cerca del acantilado y del centro geográfico de Santorini, hay una iglesia incrustada en la montaña y que tiene el único campanario al que me pude acercar (más de la cuenta) porque en una parte estaba al nivel del suelo. Las vistas desde esa iglesia son impresionantes y se puede ver tanto Thira como Oía desde ahí.




Ya en el pueblo, la imagen que lo distingue es su torre de las seis campanas que se encuentra sobre su angosta calle principal y se puede pasar debajo de el. Destaca también la cúpula de la iglesia bizantina y sus callejuelas blancas.

En Megalochori hay varias cavas en las que elaboran su propio vino y se pueden visitar de forma gratuita, sin embargo estaba cerrado cuando fui.

Si lo visitan en la mañana, almorzar ahí es una buena idea. Les recomiendo el restaurante Marmita, que está a la sombra de unos eucaliptos. La comida es muy buena, la atención excelente y los precios no están nada mal. Solamente no se confundan con el restaurante de al lado (parecen uno solo) porque el dueño no es la persona más simpática que uno se pueda encontrar.

Caminata entre Thira e Imerovigli al amanecer

Imerovigli se encuentra a unos dos kilómetros cuesta arriba desde Thira. Es también uno de los sitios favoritos para hospedarse porque es más tranquilo que Thira al haber menos restaurantes, pero eso también lo hace un lugar más caro.

Dos razones me hicieron levantarme a las 5 de la mañana para hacer esta caminata: primero, la luz a esa hora es muy diferente para las fotos y segundo, a esa hora de la mañana estaba menos caliente (aunque no mucho). En todo caso, realmente recomiendo hacer una caminata al amanecer entre estos dos lugares para poder ver la ciudad desde diferentes ángulos.

Nea Kameni


Amanecer desde Imerovigli
Desde muchas partes de este lado de la isla, se puede mirar Nea Kameni, en la isla del frente, donde se encuentra el cráter del volcán que dio origen a estas islas. Se puede visitar en barco, haciendo una parada en unas aguas termales que hay en la isla. Sinceramente, con los 30 grados que hacía, no quise ni imaginarme en unas aguas termales. Además, debido a la pandemia, muchos tours no estaban funcionando durante mi visita, así que tendré que volver algún día para visitar el volcán.

Los gatines en Santorini

Por toda la isla hay montones de gatitos, algunos más tímidos que otros. Por suerte y por lo que vi, la gente del lugar les pone tazas con agua y alimento. Solamente en Megalochori vi un par de gatitos que parecían hambrientos y lloraban mucho, pero creo que era porque estaban pequeñitos. Mientras los gatitos maullaban, salió una señora a dejarles comida


"no subirse a la iglesia"


mirando el amanecer desde Imerovigli
Este gatito estaba ahí posando para todo el mundo y sin cobrar propina :-)

los gatines bebés que lloraban y lloraban pidiendo comida (ya tenían la taza vacía)

Gatito del restaurante Marmita en Megalochori