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jueves, julio 09, 2020

My big, fat, Greek holiday

Vista de la cantera de Thira

Esta vez el destino me llevó a visitar Santorini, una de las islas griegas en el mar Egeo, conocidas como cíclades, ubicada a unos 200 kilómetros al sudeste de la Grecia continental. Mide alrededor de 73 kilómetros cuadrados y cuenta con una población de cerca de 16 000 habitantes.

La capital se llama Thira (Θήρα) y es el lugar donde decidí hospedarme.




Cómo llegar?

Una puerta en Thira
La mejor forma de llegar a Santorini es por avión. Muchas líneas aéreas tienen vuelos directos a la isla por ser un destino popular. Desde el aeropuerto hay un bus que llega al centro de la ciudad (entre 5 y 10 minutos de viaje) y es la opción más barata (1.60 euros); también se puede ir en taxi, que cuesta 20 euros. 
Otra forma de llegar desde Atenas o alguna otra isla, es por Ferry, una opción que tarda varias horas.

Dónde hospedarse?

Como la isla es bastante pequeña, se puede pensar que cualquiera de los pueblos será una opción para hospedarse. Yo preferí hacerlo en Thira. Los
Atardecer desde Thira
precios pueden ser desde "normales" hasta excesivamente caros. Tomé una habitación en el hotel Nissos Thira, que está a 200 metros de la estación de buses y a menos de 400 metros de la cantera, donde se aprecian las vistas de la ciudad y el acantilado (y un maravilloso atardecer).


Oía




Si el presupuesto lo permite, también se puede buscar hospedaje en Imerovigli (Ημεροβίγλι) a unos dos kilómetros de Thira, o en Oía (Οία) que por ser el lugar favorito para ver los atardeceres, lo hace también un destino excesivamente caro, tanto para hospedarse como para comer. El bus desde Thira hasta Oía cuesta 2.20 euros, así que es barato ir a ver el atardecer en Oía y regresar luego a Thira.

Hay otros pueblitos muy bonitos que se pueden considerar, pero el intervalo de los buses es cada dos horas y las mejores vistas están generalmente cerca de Thira y Oía.

Qué comer?

Santorini es reconocido no sólo por sus maravillosas vistas y puestas de sol, sino también por su comida. 
Tomatokeftedes

Uno de los platillos autóctonos de la isla son Tomatokeftedes o "tomato balls"; una especie de tortas fritas a base de tomate, queso, menta, harina y especias, que la verdad, saben muy bien. El mejor lugar para comerlas es en el restaurante que está en el puerto antiguo de Thira (unas 600 gradas abajo de la ciudad) al que se puede llegar andando, en teleférico (12 euros ida y vuelta) o en burro, aunque pobrecitos los burros, es mejor no utilizarlos. 
Tzatziki con pan pita


Muy sabroso y refrescante es el Tzatziki (una especie dip de pepino, yogurt y ajo) que se come con pan pita. 



Moussaka y ensalada griega 

Como muchos sitios turísticos, Santorini está lleno de restaurantes, con precios de todos los tipos, algunos sumamente altos (30 euros por un plato de pasta) porque el restaurante tiene buena vista. También hay otros lugares donde la vista no tiene nada que desear y los precios son razonables y la comida es deliciosa, como hecha en casa. Yo les recomiendo el restaurante Naoussa, donde se podrán comer la mejor Moussaka que se puedan imaginar, con una excelente vista y un personal muy amable. Lo único es que preferían el pago en efectivo en vez de con tarjeta, me imagino que eso se debía a que por la pandemia del COVID, llevaban varios meses sin recibir clientes y no querían perder dinero en comisiones. 




Si el hambre no es mucha o el presupuesto es poco, pueden comerse el mejor Gyro en pan pita del mundo en el restaurante (aunque entra más en la categoría de "street food", o como diríamos en Costa Rica, en la categoría de una "muerta de hambre") de Lucky, un griego simpático que vivió en Perú y habla una mezcla de español con griego e italiano pero que se hace entender. Un Gyro y un refresco te cuestan 4.20 euros y la verdad, son deliciosos! 

Yo, la verdad, me contenté comiendo esos platillos y no busqué sustitutos, pues estaba feliz :-) pero por supuesto que hay más opciones ahí para ser descubiertas. Por ejemplo, en el restaurante del puerto antiguo tienen pescado fresco todos los días que lo preparan a las brazas.

Y el postre?


Kataifi
Baklava
Bueno, yo probé solamente dos postres que ya había comido antes aunque nunca en Grecia, así que no eran sabores nuevos para mí, pero estaban sumanente deliciosos. El primero fue el Baklava más caro del mundo que me comí en Oía (ya les había dicho que ahí era caro) donde por dos bakclavas, un café una limonada y una botella de agua, pagamos 40 euros (solamente la botella de agua costaba 7 euros), pero teníamos una vista muy bonita de unas cúpulas. El otro fue un Kataifi, a un precio más razoble, en una terraza con una bonita vista del mar y el acantilado de Oía.


Ya llegamos, ya comimos y ahora qué vemos?


Thira


Thira
Como mencionaba antes, Santorini es famoso por sus acantilados y atardeceres. También es famoso por las cúpulas azules de sus iglesias bizantinas, que se ven por todo lo largo y ancho de la isla, algunas más famosas que otras entre los "instagramers" que hacen de todo por tomar la mejor foto. 

En Thira hay que caminar entre los callejones y subir y bajar gradas como nunca en la vida (en promedio se pueden caminar unos 12 kilómetros y subir el equivalente a 30 o más pisos cada día) ya que la ciudad es una colina. Hay que ir por esos laberintos para encontrar unas vistas maravillosas. Generalmente la isla está saturada de turistas, pero como logré llegar en el primer vuelo después de la apertura de las fronteras aéreas en Europa (consecuencia de la pandemia del COVID) tenía casi toda la ciudad para mi solo, sin tener que "pelear" por un espacio para tomar una foto.

Atardecer en Thira


Cada tarde, al acercarse el atardecer, se puede ver a la gente  buscando el mejor sitio para admirarlo. Como que el tiempo se detiene mientras la gente disfruta ver la puesta del sol. Tanto en Thira como en Oía, los atardeceres son maravillosos.





Oía







A unos 10 minutos en bus desde Thira, se encuentra Oía (se pronuncia Ía) que es quizás la imagen más famosa de la isla, con sus molinos de viento y cúpulas azules por doquier. También cuenta con uno se los mejores lugares en el mundo para ver un atardecer.


Al igual que Thira, hay que subir y bajar muchas gradas por pasillos estrechos para llegar de un lugar a otro, aunque en muchos casos a lo que se llega es a un portón que dice "propiedad privada, prohibido el paso" y es que por la cantidad de turistas que llegan, han optado por hacer "comunidades" cerradas para poder tener un poco de paz. En algunas partes de la ciudad se pueden ver rótulos que dicen "son tus vacaciones, pero es nuestra casa" ya que hay quienes no respetan y se suben a los techos de las casas para buscar la mejor foto.


Muchas personas consideran que el mejor atardecer se ve desde el castillo de Oía, unas ruinas en la cima de una colina, desde donde se puede admirar este atardecer:

Atardecer en Oía, visto desde el castillo


Pyrgos Kallistis


Ubicada a 7 kilómetros de Thira, Pyrgos fue una vez la capital administrativa de la isla. Con arquitectura medieval, con calles como laberintos, fortificaciones y pasillos "secretos",  construida en una montaña que permite una vista de Thira casi desde cualquier punto de la ciudad. Es un sitio pequeño que se puede visitar fácilmente en una mañana. Se puede llegar en el bus que sale desde Thira a Perissa y pasa cada dos horas por el lugar.
Ya en Pyrgos, toca, de nuevo, subir gradas y meterse por los callejones para ver el sitio. Me gustó mucho y a pesar de ser un lugar pequeño, la cantidad de iglesias es impresionante. 

Perissa



Perissa es un pueblo costero con una playa bonita. Yo combiné mi viaje a Pyrgos con el viaje a Perissa, pues se toma el mismo autobús. Así que de Pyrgos me fui a Perissa a ver y tocar el mar Egeo.
Es un lugar pequeño, lleno de restaurantes y bares, la mayoría de los cuales ofrecen camas y sombrillas en la playa de forma gratuita (para sus clientes, claro). Destaca la iglesia Τιμιου Σταυρο con sus cúpulas azules y sus paredes blanquísimas. Como la mayoría de las iglesias en la isla, se mantienen cerradas.

Kamari

Una de las playas recomendadas por la recepcionista del hotel es Kamari. Otro pueblo pequeño con varios restaurantes frente a la playa que también ofrecen sombrillas y camas gratis para sus clientes. Es conocida como la playa negra, por el color de su arena, de origen volcánico. Se puede llegar en bus desde Thira.

Megalochori

Megalochori es el centro geográfico de la isla. Es una zona de viñedos y normalmente en los restaurantes te servirán vino hecho en casa. Me pareció un pueblito que vale la pena visitar y pasar un buen rato ahí para caminar por sus calles, que estaban muy tranquilas (ojalá sea igual en épocas normales). Si yo tuviera que elegir un lugar para vivir en Santorini, sin duda lo haría en Megalochori! así de mucho me gustó.


Torre de las seis campanas
En las afueras del pueblo, cerca del acantilado y del centro geográfico de Santorini, hay una iglesia incrustada en la montaña y que tiene el único campanario al que me pude acercar (más de la cuenta) porque en una parte estaba al nivel del suelo. Las vistas desde esa iglesia son impresionantes y se puede ver tanto Thira como Oía desde ahí.




Ya en el pueblo, la imagen que lo distingue es su torre de las seis campanas que se encuentra sobre su angosta calle principal y se puede pasar debajo de el. Destaca también la cúpula de la iglesia bizantina y sus callejuelas blancas.

En Megalochori hay varias cavas en las que elaboran su propio vino y se pueden visitar de forma gratuita, sin embargo estaba cerrado cuando fui.

Si lo visitan en la mañana, almorzar ahí es una buena idea. Les recomiendo el restaurante Marmita, que está a la sombra de unos eucaliptos. La comida es muy buena, la atención excelente y los precios no están nada mal. Solamente no se confundan con el restaurante de al lado (parecen uno solo) porque el dueño no es la persona más simpática que uno se pueda encontrar.

Caminata entre Thira e Imerovigli al amanecer

Imerovigli se encuentra a unos dos kilómetros cuesta arriba desde Thira. Es también uno de los sitios favoritos para hospedarse porque es más tranquilo que Thira al haber menos restaurantes, pero eso también lo hace un lugar más caro.

Dos razones me hicieron levantarme a las 5 de la mañana para hacer esta caminata: primero, la luz a esa hora es muy diferente para las fotos y segundo, a esa hora de la mañana estaba menos caliente (aunque no mucho). En todo caso, realmente recomiendo hacer una caminata al amanecer entre estos dos lugares para poder ver la ciudad desde diferentes ángulos.

Nea Kameni


Amanecer desde Imerovigli
Desde muchas partes de este lado de la isla, se puede mirar Nea Kameni, en la isla del frente, donde se encuentra el cráter del volcán que dio origen a estas islas. Se puede visitar en barco, haciendo una parada en unas aguas termales que hay en la isla. Sinceramente, con los 30 grados que hacía, no quise ni imaginarme en unas aguas termales. Además, debido a la pandemia, muchos tours no estaban funcionando durante mi visita, así que tendré que volver algún día para visitar el volcán.

Los gatines en Santorini

Por toda la isla hay montones de gatitos, algunos más tímidos que otros. Por suerte y por lo que vi, la gente del lugar les pone tazas con agua y alimento. Solamente en Megalochori vi un par de gatitos que parecían hambrientos y lloraban mucho, pero creo que era porque estaban pequeñitos. Mientras los gatitos maullaban, salió una señora a dejarles comida


"no subirse a la iglesia"


mirando el amanecer desde Imerovigli
Este gatito estaba ahí posando para todo el mundo y sin cobrar propina :-)

los gatines bebés que lloraban y lloraban pidiendo comida (ya tenían la taza vacía)

Gatito del restaurante Marmita en Megalochori











lunes, febrero 17, 2020

Mallorca

Mallorca

La isla de Mallorca es la más grande de las Islas Baleares y está ubicada frente a las costas de Barcelona, en el mar mediterráneo. 
Al ser un sitio muy turístico, hay muchas aerolíneas que llegan a Mallorca y también se puede llegar a ella por ferry. Yo opté por la primera opción.
Durante mi visita a la isla pude ver que hay autobuses hacia prácticamente todos los sitios de interés, sin embargo yo preferí alquilar un auto para tener mayor autonomía y visitar los lugares sin tener que estar pendiente de un horario específico. 


Palma

Desde el aeropuerto de Mallorca se llega a la ciudad de Palma, capital de la isla,  en unos 10 minutos. Palma es una ciudad grande y muy bonita. No en vano es el sitio donde vacacionan los miembros de la casa real española todos los años. 
Destaca la imponente Catedral de Santa María, de estilo gótico y cuya construcción inició en el siglo 13, que se puede ver desde diferentes puntos de la costa. Por sí sola es muy impresionante y al mirarla desde lejos se ve aún más llamativa, ya que frente a ella se encuentra el Palacio de L'Almudaina, perteneciente a la familia real española.



Otro sitio interesante que se encuentra en el paseo marítimo de Palma es La Llotja (La Lonja), un edificio que en sus orígenes albergó la sede del Colegio de la Mercadería. En el siglo XV se le encargó su construcción a Guillem Sagrera, un escultor Mallorquín, quien diseñó un edificio gótico sencillo. En el punto opuesto de su entrada hay un patio con una fuente y al fondo se encuentra una ermita. 



Siguiendo por el paseo marítimo, se encuentra el Bastió de Sant Pere, construido entre 1575 y 1578 y durante 300 años era un sitio de defensa militar de la ciudad. Actualmente es la casa del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma. Si alguna vez has visitado Cartagena de Indias, podrás ver una gran similitud con esta construcción.

Palma es una ciudad muy grande, bonita y diversa. Lo mejor es meterse por sus callejones e irla descubriendo a cada paso. Las plazas, terrazas y parques son muy llamativas y bonitas.


Valdemossa

A 17 kilómetros de Palma, en la sierre de Tramontana se encuentra el municipio de Valdemossa. Un pueblito de gran belleza, rodeado de frondosa vegetación y con encantadoras calles empinadas y estrechas que guardan muchas sorpresas para el visitante. También es un sitio con muchas tiendas y restaurantes, donde se puede pasar el día de forma muy amena.

La atracción principal de Valdemossa es La Cartuja, que cuenta con "celdas", un claustro y unos jardines que aunque pequeños, muy bonitos. Muchos personajes famosos pasaron temporadas en la Cartuja, incluido el poeta Rubén Darío.

Celda de Chopin y George Sand


En octubre de 1836, Chopin conoció a George Sand en la casa de Liszt y en el verano de 1838 se convirtieron en amantes. Pasaron el siguiente invierno en Mallorca, primero en Palma y finalmente en Valdemossa, junto con los dos hijos de Sand.

Actualmente se puede visitar la celda en la que vivieron ese invierno y como en todo sitio turístico, también se pueden comprar recuerdos alusivos a este famoso músico.









Valdemossa me gustó mucho especialmente por sus callejones y el contraste del color de sus edificios con lo verde de sus jardines.





Cala Deià

A 14 kilómetros de Valdemossa, después de un camino con muchas curvas y vistas impresionantes, se llega a un pedacito de paraíso llamado Deià. Es una pequeña cala con aguas sumamente transparentes de color turquesa y un par de restaurantes. Es un sitio muy popular lo que puede dificultar un poco el encontrar un sitio donde aparcar. A mí me tocó dejarlo a poco más de un kilómetro de distancia, justo cuando había decidido que mejor me iba por no encontrar donde dejar el carro.
En vez de escribir más sobre esta pequeña cala, les dejaré un par de fotos del sitio.



Sóller

Tranvía atravesando el centro


A unos 26 kilómetros de Palma de Mallorca se encuentra Sóller. Un pueblito encantador cerca de la costa noroeste de Mallorca. El centro de la ciudad no es tan grande, pero vale la pena visitarlo por su arquitectura y uno de los atractivos más divertidos, el tranvía que lleva desde el centro de la ciudad hasta el puerto de Sóller. El tranvía no es una atracción turística como tal, sino un medio de transporte que comunica con el puerto, entonces hay que comprar dos tiquetes, uno de ida y otro de regreso en caso de que uno decida visitar el puerto.

Después de un paseo de 3 kilómetros en el tranvía, llegamos al puerto de Sóller. una bahía que acoge a gran cantidad de barcos, desde lujosos yates hasta pequeñas embarcaciones pesqueras. 
El puerto de Sóller tiene un paseo marítimo bastante largo y se puede llegar hasta el muelle, donde están los yates y mucha gente pescando. 



Sóller y su puerto son una parada bonita para pasar la tarde y caminar por sus calles empedradas.



Mirador D'es Colomer





Como estaba basado en Palma, tocó regresar después de visitar Sóller y salir el día siguiente hacia el Mirador D'es Colomer, que está totalmente en la otra punta, a 66 kilómetros de Palma de Mallorca. Luego de pasar por  Pollença y Formentor, hay que tomar un camino cuesta arriba con bastante curvas, pero la recompensa es inmensa! Las vistas desde el mirador te dejan sin aliento y vale la pena el viaje hasta ahí.

Una vez que se tiene la suerte de encontrar un lugar donde dejar el carro, el acceso hacia el mirador es bastante fácil y seguro, con pasillos de concreto con barandales. Desde algunos puntos se puede mirar Formentor y desde otros, el mar. Aquí dejo unas fotos que no le hacen suficiente honor a la belleza del lugar. Y como todo tonto tiene suerte, arriba en el mirador había un tipo tocando el concierto de Aranjuez, lo que le añadía más magia al sitio.





Pollença



Luego de bajar del mirador, decidimos entrar a Pollença que es un pueblo de playa pequeñito, pero donde bien se puede pasar un buen rato, comiendo o bebiendo en alguna de las terrazas que están construidas dentro del mar. Como el interés principal era conocer lo más que pudiéramos de la Isla y no era hora ni de comer ni de un Vermouth, nos comimos un helado en el paseo marítimo antes de continuar el viaje. Aquí dejo unas fotos del sitio


Cuando salimos de Pollença en dirección a Banyalbufar, donde queríamos ver el atardecer, nos topamos con varias sorpresas de esas que solo se disfrutan si uno van sin un itinerario demasiado establecido. En el camino vimos un rótulo que decía "cala de San Vicenç y decidimos desviarnos para encontrarnos esta belleza de lugar. Definitivamente si uno va con tiempo y con ganas de descansar, este sería uno de los lugares ideales para hacerlo:

Cala de San Vicenç

Aparte de un par de restaurantes y un gran hotel frente a las aguas más cristalinas que uno se pueda imaginar, no hay mucho por aquí, pero estas vistas lo dejan a uno con ganas de quedarse ahí por una noche, una semana, o el resto de la vida:




Nos fuimos de ahí con ganas de quedarnos y seguimos recorriendo las Serra de Tramuntana, que nos regalaba vistas espectaculares, como estas en Escorca:


O estas otras vistas en el Gorg Blau. Una laguna espectacular al lado del camino donde simplemente hay que parar para disfrutar y saludar a la fauna que por ahí se encuentra:




Finalmente, después de encontrar un sitio en la sierra donde nos quisieron vender comida porque todo estaba lleno y no habíamos hecho reserva (por favor, era un paradero al lado de una gasolinera) y ya con la pansa contenta después de hacer comido algo típico de la zona, llegamos a Banyalbufar.

Torre del Verger, Banyalbufar

El camino hasta aquí es largo, cansado, lleno de curvas en algunos tramos, pero había leído que valía la pena visitar la Torre del Verger y apreciar el atardecer desde ahí. 




La Torre del Verger fue construida en 1579 como parte de un extenso conjunto de torres de vigilancia a lo largo de la isla para defenderse de los ataques de piratas africanos que se había incrementado en esas fechas. Los mismos agricultores de la zona eran quienes hacían guardia desde las torres y advertían a las otras torres encendiendo un fuego e izando una bandera, para advertir de la presencia de un barco enemigo acercándose. Las vistas desde la torre son simplemente maravillosas.





Definitivamente valió la pena conducir hasta este lugar! un atardecer espectacular desde un punto privilegiado.


Cuevas del Drach






A unos 70 kilómetros de Palma de Mallorca se encuentran las cuevas del Drach (dragón). Consta de cuatro cuevas de unos 4 kilómetros de distancia y a una profundidad de 25 metros.




Se visitan en grupos de unas 200 personas en los que no te dan mucho tiempo para detenerte a mirar las estalactitas o estalagmitas que forman unas columnas impresionantes. Durante gran parte del recorrido hay empleados del lugar obligándote a continuar y a no detenerse.






La razón por la que se pasan apresurando a la gente para que avance, es porque en un punto hay una laguna bastante grande con un anfiteatro. Cada visitante debe sentarse y luego apagan todas las luces y aparecen unas barcas con un cuarteto de cuerdas interpretando música clásica. Luego paran la barca en una parte de la laguna, interpretan un par de piezas más, y se despiden tocando la Barcarola, de los Cuentos de Hoffmann, de Offenbach. 
Un espectáculo bastante bonito, a media luz, las barcas iluminadas con faroles. Al terminar el concierto, quienes así lo deseen (yo, por supuesto) pueden esperar a que un bote los lleve al otro lado de la laguna. También se puede hacer a pie, pero no todos los días se navega a 25 metros bajo el suelo!




La zona en la que se encuentran las cavernas se llama Porto Cristo y en todo el camino abundan las tiendas de perlas Majorica. Al frente de la entrada de las cuevas del Drac hay una de esas tiendas y se puede ver parte del proceso de creación de estas perlas.

Las perlas Majorica son elaboradas en base a cristal mineral. Usan unas barras de este mineral y las funden a alta temperatura y le van dando la forma deseada dependiendo del diseño final de la joya. Una vez que está formado el corazón de la "perla", estos se bañan en nácar (según me dijeron es nácar natural) de distintos colores. 

Al final de la exhibición hay por supuesto una tienda con todo tipo de joyas para que nadie salga con las manos vacías. También antes de salir hay una mujer "tejiendo" un collar de perlas a mano. Cada perla es anudada (una a una) en una cuerda de Nylon hasta formar el collar, que es hecho totalmente a mano.


En resumen, Mallorca es un destino que lo tiene prácticamente todo. Yo lo visité en octubre y el clima estaba buenísimo. Es un poco caro por el tipo de turistas al que está dirigido, pero vale la pena darse una vueltita por ahí!